jueves, 6 de junio de 2013

EL SECRETO DE DAR


EL SECRETO DE DAR


©Giuseppe Isgró C.



Desde los tiempos antiguos, la humanidad  ha sido condicionada con el principio de dar, como fuente de riqueza.


Quienes comprenden este principio de dar y lo aplican, comprueban que es efectivo. Muchos se enriquecen, otros viven más felices o, simplemente más prósperos.

El secreto de dar es que  proporciona motivo de vida e imprime sentido direccional a  la misma.

Algunos lo aplican dando el diezmo; es decir, la décima parte de lo que ganan. Otros, dan servicio, dedicación, amor, conocimiento, estímulos, productos, etc.

La oferta aplicada constituye el secreto de dar, sobre todo orientada hacia la demanda pasiva o potencial, cuyas necesidades crean toda la oferta que se requiere como fuente de intercambio, bienestar y riqueza.

¿Cuales son las necesidades que es preciso satisfacer? ¿Dinero, amor, compañía, prestigio, auto-realización, etc.? Abre la puerta de tu vida para dar a otros lo mismo que tu requieres: Dinero, a través del servicio  y asesoramiento efectivo; amor genuino y abundante, compañía  amistosa o afectiva, interesándose por los demás en una acción social útil, etc., prestigio, por medio del reconocimiento sincero de la labor cumplida por otros, dando el elogio justo en cada caso. 

La auto-realización  se alcanza orientando el propio desarrollo en dirección de convertirse en la persona que se anhela ser, construyendo en lo interno, para alcanzar  mayor capacidad de construir en lo externo, haciendo la mayor suma  de bién posible a la humanidad, por cuanto, tu aporte es útil a la sociedad  y sobre tus hombros reposa parte del peso del mundo.

Da lo mejor de tí mismo a partir de hoy, sin preocuparte de la compensación. Todo acto tiene en sí mismo su compensación, dijo el gran sabio Ralph Waldo Emersón.

Da el mejor servicio a la empresa donde prestas tus servicios, aunque pienses que te pagan menos de lo que  mereces. Si estás en un cargo público, la mejor forma de progresar es prestando  un servicio excelente, con probidad, por cuanto ésta no pasa desapercibida y cada vez te confiarán cargos de mayor jerarquía y responsabilidad; y,  siempre, tus servicios serán  apreciados.

Si eres médico, abogado, ingeniero, empresario, magnate, comerciante, ejecutivo, educador, estudiante, ama de casa,  oficinista,  vendedor profesional, etc.,  a nadie escapará  que estás ofreciendo un servicio con excelencia, con lo cual generarás medios recíprocos  portadores de más riqueza y plenitud de vida.

Toda oferta crea su demanda. Dando lo que otros necesitan se recibe lo que se anhela. 

Adelante.




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